viernes, 15 de febrero de 2013

Todo por el futbol

Debo decir queno me agrada mucho el fútbol, y siempre he pensado que ser futbolero es lo mas trágico que le puede ocurrir a un un tipo como yo. Cuando guagua, mi papá era hincha de Colo. Siempre íbamos al estadio y siempre trataba de ir con nosotros, aunque a mi mamá no le gustara mucho la idea . Íbamos a comprar unas sanguches y Coca Cola, que durante esa época era mucho más mala que ahora. Cuando el equipo de sus amores estaba jugando fuera de Santiago, siempre pillaba un sitio donde estuviesen jugando un partido de la B, o cualquier otra cosa donde hubiese un montón de idiotas corriendo tras pelota. El cacho era que si al equipo le iba bien, no podía celebrar sin invitar a todo el mundo. Exageraba un poco harto. Una vez se le ocurrió hacer la celebración del campeonato en la casa, que se veía como la sede pública del equipo, al dia siguiente mi mamá se quería colgar, Se comieron TODO lo que había en el refri, no dejaron ni para el desayuno. Lo peor fue que mancharon unas bonitas persiana metalica que mi mamá había mandado a instalar, tanto se indignó que por poco echó a mi papá de la casa, y fue la única oportunidad que los vi pelear a gritos. dejara de estar enojada Mi padre debió prometer un arreglo de la casa para que mi mamá dejara de salir con el asunto del fútbol. Mi problema son las barras. Destrozos en cada partido, sacan las bancas y las rayan, tiran basura. Un desastre. Antes no era así, y no importa el equipo que te gustara, podías ir al estadio en paz, aunque fueras hincha del equipo más rasca nadie te iba a amenazar. Si ganabas o perdías, no incendiabas paraderos a la salida del partido. Por ese motivo ya no van familias al estadio, mucho peligro para ver partidos que además son muy malos. Quizás algún día esto sea distinto, espero que sí. Y es raro que nos guste tanto el fútbol, si somos tan malos. Pasión de multitudes, no encuentro una forma distinta de darle explicacion.

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