lunes, 11 de febrero de 2013

Ayudar no cuesta nada

Cuando era niña que me he sentido atríada por el hecho de tener un bebé. Debe ser porque mi madre es excelente. Hace algún tiempo una amiga del trabajo decidió después de mucho tiempo decidió ponerse en campaña para tener un bebé yo me puse muy contenta por ellos, ya que una guagua siempre es bien recibida. Pasaban las semanas y ella no era capaz de quedar embarazada, yo estaba esperando con tantas ansias y de a poco fui perdiendo la ilusión, pero decidí ayudar. Ella me decía como lograr un embarazo, eso me daba pena por lo que busqué sobre el tema. Di con numerosos tratamientos para la infertilidad masculina y la infertilidad femenina, o una pareja infertil, como ICSI. Ellos no confiaron mucho en mí, pero los convencí. Una vez en la clínica y con los resultados de los exámenes comprobaron que era Alex quien padecía azoospermia. Finalmente partieron el tratamiento. Actualmente faltan sólo semanas para que nazca la pequeña

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